domingo, 21 de septiembre de 2008

Aunque no seas creyente, le darás gracias a Dios.

Mulla Nasruddin, que se había hecho ateo, se estaba muriendo. Y como de costumbre vino un sacerdote. El sacerdote le dijo:

Mulla, este es el último momento, la última oportunidad. Ahora que todavía estás a tiempo, confiesa tus pecados, arrepiéntete de haberte hecho ateo. Hazte creyente y muere creyendo en Dios.
Mulla Nasruddin abrió los ojos y dijo:

Gracias a Dios no soy creyente.

Aunque no seas creyente, le darás las gracias a Dios.

Eso es algo que se queda incrustado en lo más profundo del inconsciente, se convierte en los cimientos. Lo que sea que hayas aprendido en tu infancia antes de los siete años se convierte en tus cimientos. Para desincrustarlo se necesita mucho esfuerzo y meditación. Tendrás que retroceder, solo así puede limpiarse. Puedes crear anti-creencias, pero no servirán de nada, no pueden servir. Te puedes hacer creyente. Si durante tu infancia has sido hindú, aunque luego te conviertas al cristianismo, seguirás siendo hindú, aunque luego te conviertas al cristianismo, seguirás siendo hindú; tu cristianismo tendrá los colores de tu hinduismo. Puedes hacerte comunista, pero, en el fondo, el inconsciente coloreará tu comunismo. Para purificar el inconsciente se necesita una profunda meditación.


Osho

viernes, 12 de septiembre de 2008

ES DEMASIADO BUENO PARA EL PUEBLO LLANO (Clickear foto Rinconcito)

Una vez oí esta historia...
En su noche de bodas, la altiva Lady Jane estaba cumpliendo con sus obligaciones de desposada por primera vez.

—Mi señor —preguntó a su marido—

¿es esto lo que el pueblo llano llama hacer el amor?

—Sí, esposa mía

contestó Lord Reginald—. Y volvieron a empezar.

Después de un rato Lady Jane exclamó indignada:

—¡Es algo demasiado bueno para el pueblo llano!


A la gente corriente no se le ha permitido realmente hacer el amor:

¡!! ES DEMASIADO BUENO PARA ELLOS !!!

Pero el problema es que si envenenas a toda la gente corriente, también te estás envenenando a ti mismo. Si envenenas el aire que respira la gente corriente, envenenarás también el aire que respira el rey. No lo puedes separar; constituye un todo. Cuando el sacerdote envenena a la gente corriente, se está envenenando a sí mismo. Cuando los políticos envenenan el aire de la gente corriente, ellos acabarán por respirar ese mismo aire, no existe otro aire.

OSHO

viernes, 5 de septiembre de 2008

Todos vuestros triunfadores son mentira.


Todos vuestros triunfadores son mentira. Las personas supuestamente de éxito no son más que mentiras, fíjate bien.
El mulá Nasrudín estaba enfermo, así que fue al médico. El médico le dijo:
-Nasrudín, ¿bebe usted alcohol?
-No –respondió Nasrudín, con las manos temblando.
Estaba borracho, podía olerse en su aliento. Así que el doctor le dijo:
-Muy bien. ¿Anda con mujeres?
-No –dijo Nasrudín, que acababa de dejar a una prostituta.
Llevaba carmín en el rostro.
-¿Fuma usted, Nasrudín? –preguntó el médico.
-No, nunca –contestó Nasrudín, con el paquete de tabaco sobresaliéndole el bolsillo y los dedos marrones de nicotina.
-¿Entonces, qué hace? –inquirió el doctor.
-Digo mentiras –dijo el mulá Nasrudín.

Y así es como son los hombres de éxito; cuando más mentiroso seas, mayor será tu éxito. Para triunfar en este mundo hay que ser un mentiroso. Pero entonces te pierdes a ti mismo. Triunfas en este mundo y te conviertes en un fracaso en el otro. Y finalmente, el otro es el que cuenta.



Todas esas demostraciones son mentiras.

Osho