Mulla, este es el último momento, la última oportunidad. Ahora que todavía estás a tiempo, confiesa tus pecados, arrepiéntete de haberte hecho ateo. Hazte creyente y muere creyendo en Dios.
Mulla Nasruddin abrió los ojos y dijo:
Aunque no seas creyente, le darás las gracias a Dios.
Eso es algo que se queda incrustado en lo más profundo del inconsciente, se convierte en los cimientos. Lo que sea que hayas aprendido en tu infancia antes de los siete años se convierte en tus cimientos. Para desincrustarlo se necesita mucho esfuerzo y meditación. Tendrás que retroceder, solo así puede limpiarse. Puedes crear anti-creencias, pero no servirán de nada, no pueden servir. Te puedes hacer creyente. Si durante tu infancia has sido hindú, aunque luego te conviertas al cristianismo, seguirás siendo hindú, aunque luego te conviertas al cristianismo, seguirás siendo hindú; tu cristianismo tendrá los colores de tu hinduismo. Puedes hacerte comunista, pero, en el fondo, el inconsciente coloreará tu comunismo. Para purificar el inconsciente se necesita una profunda meditación.