jueves, 14 de julio de 2011

"LA INTELIGENCIA ESTÁ SIEMPRE FLUYENDO COMO UN RÍO"-OSHO



Donald iba conduciendo su coche deportivo por la avenida principal cuando, de pronto, notó una luz roja intermitente detrás. Era un coche de la policía.

Rápidamente, Donald aparcó a un lado.



—Agente —balbució—, solo iba a cincuenta en una zona de setenta.
—Señor —dijo el agente—, solo...
—Además —le interrumpió Donald con indignación—, ¡como ciudadano me ofende que se me asuste de esta manera!
Por favor —continuó el agente—, cálmese, relájese...
—¡Que me relaje! —gritó Donald fuera de sí—. ¡Me va a poner una multa y quiere que me relaje!
—Señor —imploró el agente—, déme la oportunidad de hablar. No le voy a poner una multa.
—¿No? —dijo Donald, atónito.
—Solo quería informarle de que lleva pinchada la rueda trasera de la derecha.

Nadie está dispuesto a escuchar lo que dice el otro.


¿Has escuchado alguna vez lo que está diciendo el otro?


Antes de que se diga una palabra, ya has empezado a sacar conclusiones. Tus conclusiones se vuelven inmutables; ya no eres líquido.
Volverse rígido, congelado, es volverse idiota; permanecer líquido es permanecer inteligente.

La inteligencia está siempre fluyendo como un río.




La falta de inteligencia es como un cubito de hielo, congelado. La falta de inteligencia siempre es consistente, porque está congelada. Está bien definida, está segura.

La inteligencia es inconsistente, fluye. No tiene definición, va moviéndose según las situaciones.

Es responsable, pero no es consistente.
Solo las personas estúpidas son consistentes.

Cuanto más inteligente seas, más inconsistente serás... porque


¿Quién sabe nada acerca de mañana?


El mañana traerá sus propias experiencias.


¿Cómo vas a ser consistente con tus ayeres?


Si estás muerto, serás consistente. Si estás vivo, tienes que ser inconsistente: has crecido, el mundo ha cambiado, el río está fluyendo en territorio nuevo.
Ayer el río pasaba por un desierto, hoy está pasando por un bosque; es totalmente diferente. La experiencia de ayer no debería volverse tu definición para siempre; de lo contrario, moriste ayer. Uno debería ser capaz de seguir avanzando con el tiempo. Uno debería seguir siendo un proceso, uno nunca debería convertirse en una cosa.


Eso es la inteligencia.



OSHO