sábado, 27 de junio de 2009

Ya sois EXTRAORDINARIOS!!!

Sucedió en una ocasión en una estación de montaña, en el césped de un gran hotel. Tres ancianas jugaban a las cartas.

Una cuarta se aproximó y preguntó si podía unirse a ellas.
-Claro está, desde luego, pero hay unas cuantas reglas.
Y le alargaron una cartulina con una lista de cuatro reglas.

La primera era:

Nunca hablar de abrigos de visón, porque todas tenemos.

Segunda:

Nunca hablar de nietos, porque todas somos abuelas.

Tercero:

Nunca hablar de joyas, porque todas contamos con joyas maravillosas compradas en las mejores tiendas.

Y cuarta:

Nunca hablar de sexo: ¡lo que pasó, pasó!


Pero todo el mundo quiere hablar de sí mismo: de sus abrigos de visón, sus joyas, sus hijos, su sexo.

Y todo el mundo aburre a todo el mundo.
Y si toleráis a los aburridos es porque hay un entendimiento mutuo: si os están aburriendo, entonces permitirán que vosotros les aburráis con las mismas historias. Lo único que hacéis es esperar a que acaben con su exhibición, para que vosotros podáis empezar con la vuestra.

Y así toda la vida se convierte en una exhibición falsa y continua.

¿Adónde llegáis con ello?

A tener la falsa sensación de que sois importantes, extraordinarios.

¿Cómo puede ser alguien extraordinario por tener abrigos de visón?

¿Cómo puede ser alguien extraordinario por tener joyas muy valiosas?

¿Cómo puede ser alguien extraordinario por hacer esto o lo otro?

Lo extraordinario no tiene que ver con lo que hacéis, sino con quiénes sois.

Y ya sois extraordinarios; todo el mundo es único, no es necesario demostrarlo.

Si se intenta demostrar, entonces se acaba demostrando lo contrario.

Si algo ya es lo que es,

¿cómo podéis demostrarlo?

Si tratáis de hacerlo, simplemente demostráis que no sois conscientes de la singularidad que ya sois.

Osho

lunes, 22 de junio de 2009

BUSCO UN MARIDO QUE NO PEGUE, QUE NO ME ENGAÑE Y QUE SEA UN AMANTE FANTÁSTICO ( APORTACION DE ANA PAULA)

Una mujer divorciada, frustrada tras su matrimonio, puso un anuncio en el periódico en el que decía:


«BUSCO UN MARIDO QUE NO ME PEGUE, QUE NO ME ENGAÑE, Y QUE SEA UN AMANTE FANTÁSTICO»

Al cabo de una semana, oye el timbre de su casa. Abre la puerta, pero no ve a nadie, así que vuelve a cerrarla, pero cuando se dispone a volverse, vuelve a sonar el timbre

Al abrir otra vez la puerta…

NO VE A NADIE

pero por casualidad mira hacia abajo

y



VE QUE EN EL FELPUDO HAY UN HOMBRE SIN BRAZOS Y SIN PIERNAS

«VENGO POR EL ANUNCIO»

dice el hombre

La mujer no sabía qué decir ni qué hacerAsí que el hombre añade:

«COMO PODRÁS OBSERVAR YO NO PUEDO PEGARTE, Y ES IMPOSIBLE QUE TE ENGAÑE»

Ella contesta:

«SÍ, YA VEO, PERO EL ANUNCIO TAMBIÉN DECÍA QUE YO QUERÍA UN "AMANTE FANTÁSTICO"»

El hombre sonríe pícaramente y dice:

«BUENO, HE CONSEGUIDO LLAMAR AL TIMBRE, ¿NO?»


OSHO
(CONTADO EN LA COMUNITA POR ANA LAURA)

domingo, 14 de junio de 2009

LA PALABRA QUE HABÍA ESTADO BUSCANDO!!!!


Un hombre va al médico y le dice,

"Doctor, quiero ser castrado".
"¿Cómo dice?" dice el doctor.

"Esa es una decisión muy drástica, ¿está seguro?"
"Muy seguro,"
dice el hombre.
"¿Está casado o tiene una pareja regular?" le pregunta el médico.
"Estoy casado," dice el hombre, "pero qué tiene eso que ver con la operación".
"Mire," dice el doctor, "sería una buena idea que lo discutiera con su esposa, a ella también la va a afectar."
"Si, es cierto, pero sólo por un tiempo."
"De todas formas," dice el doctor, "creo que usted debiera preguntarle a ella esta noche y si quiere seguir adelante, ya le reservo el turno en el quirófano.

Es una intervención muy rápida y estará fuera del hospital en el día.
Al día siguiente, el hombre vuelve y confirma su decisión.

La operación se hace esa misma mañana y en la tarde el hombre estaba descansando en la sala de recuperación.

Al despertar de la anestesia, mira a su alrededor con una sonrisa, sintiéndose estupendo.

Le sonríe al paciente de la cama contigua y, alegremente, le dice,

"Hola, ¿qué tal? ¿Y usted por qué está aquí?
"Yo vine para ser circuncidado," dice el otro paciente.
El paciente castrado, chasquea sus dedos, y con gesto de frustración dice,
"¡mierda!, ¡esa era la palabra que había estado buscando!"

Osho