A Calvin lo sorprendió su madre cometiendo un pecado mortal, y lo obligaron a confesarse inmediatamente.
—Padre, he estado toqueteándome —dijo Calvin.
—¿Por qué has hecho semejante cosa? —preguntó el cura, muy enfadado.
—Es que no tenía nada mejor que hacer —respondió Calvin.
—Cuatro padrenuestros y cinco avemarías de penitencia.
La madre de Calvin volvió a pillarlo una semana más tarde, y una vez más el chico tuvo que ir a confesarse.
—Padre, he estado toqueteándome.
—¿Y por qué lo has hecho?
—Es que no tenía nada mejor que hacer —respondió Calvin.
—Diez padrenuestros y cinco avemarías de penitencia.
A la semana siguiente, la madre de Calvin volvió a sorprenderlo.
—Ya estás volviendo —dijo—. Y llévale esta tarta de chocolate al padre.
Mientras esperaba en una larga cola, Calvin se comió toda la tarta y en el confesionario dijo:
—Padre, mi mamá me había dado una tarta de chocolate para usted, pero mientras esperaba me la he comido entera.
—¿Por qué has hecho eso? —preguntó el cura.
—Es que no tenía nada mejor que hacer.
—¿Y por qué no te has toqueteado un poquito?
AL SACERDOTE NO LE IMPORTA LO QUE HAGAS;
tiene sus propios intereses, su tarta de chocolate.
¡Y a ti, que te zurzan!
Haz lo que te dé la gana, pero ...
-¿Dónde está la tarta?
Ellos crean la culpa y después te perdonan en nombre de Dios. Te convierten en pecador y después te dicen:
«Ven a Cristo, el salvador».
No hay nadie que pueda salvarte, porque para empezar, no has cometido ningún pecado.
¡¡No necesitas que te salven!!.
Yo no tengo el menor interés en una sociedad ideal, y te pido que abandones ese sueño, un sueño que ha originado tantas pesadillas. Hemos de recordar que en la actualidad no puede ocurrir nada con la política.
La política ha muerto.
Votes a quien votes, ya sea de derechas o de izquierdas, hazlo sin ilusiones.
Hay que renunciar a la idea de que un sistema, ningún sistema, puede salvar a nadie. Ningún sistema será la salvación, ni el comunismo, ni el fascismo ni el gandhismo.
Ninguna sociedad puede salvarte, como ninguna sociedad puede ser ideal.
Y no existe ningún salvador: ni Jesucristo, ni Krisna ni Rama. Has de olvidarte de esas tonterías sobre la culpa y el pecado que llevas a cuestas.
Pon toda tu energía en bailar y festejar la vida, y entonces sí serás ideal, aquí y ahora, y no tendrás que convertirte en algo ideal.
La ideología como tal ha perdido su veracidad. En realidad, nunca existió y, además, ha desaparecido la capacidad de persuasión. Quedan muy pocas mentes serias que sigan creyendo que se pueda lograr una nueva utopía mediante la ingeniería social.
Vivimos en la época de la libertad, absoluta. Hemos alcanzado la mayoría de edad.
La humanidad ya no es infantil; ha madurado.
Vivimos en una época muy socrática, porque la gente se plantea todas las cuestiones importantes de la vida.
No empieces a ansiar y a anhelar un ideal, una idea, una perfección en el futuro.
Olvídate de los ideales y vive aquí y ahora.
OSHO