Un hombre que acababa de abrir una tienda tenía un gran cartel encima de la puerta que ponía: «Aquí se vende pescado fresco».
Llegó un amigo que le dijo:
Luego vino otro y le dijo:
Así que quitó el «se vende».
Apareció un tercero y le dijo:
-¿«Pescado fresco»? Tiene que ser fresco. ¿Es que te crees que vendría alguien a comprar pescado podrido? Quita lo de «fresco».
El tendero acabó borrando la última palabra del anuncio.
Llegó un quinto y dijo:
El tendero acabó quitando el cartel.
Vino un sexto y dijo:
-Has abierto una tienda muy grande. ¿No podrías colgar un cartel que pusiese: «Aquí se vende pescado fresco»?
Pues eso es lo que ocurre cuando escuchas a la gente, que cada vez estás más confundido; así es como te confundes.

Un amigo de verdad no da consejo sino que te ayuda a estar más alerta, más consciente de la vida, de sus problemas, desafíos y misterios, te ayuda a realizar tu propio viaje, te da valor para experimentar, decisión para buscar e indagar, te da el arrojo para cometer muchos errores... porque alguien que no esté listo para cometer equivocaciones nunca podrá aprender nada.
Los amigos de verdad te ayudarán a afinar tu inteligencia. No te darán un consejo determinado, porque eso no tendría sentido. Lo que vale para hoy puede no ser cierto mañana, y lo que es correcto en una situación puede no serlo en otra. Las situaciones cambian continuamente, y por ello lo que necesitas no es una pauta fija de vida, sino una manera de ver, de forma que seas quien seas, y te encuentres en la situación que estés, sepas cómo actuar de manera espontánea y cómo depender de tu propio ser.
Osho
No hay comentarios:
Publicar un comentario