viernes, 25 de julio de 2008

No hagas caso a la mente.

He oído que un banco intentaba decidir si debían instalar ordenadores y mecanismos automáticos en su sede central. Así que llamaron a un experto en rendimiento para que realizase la investigación acerca de qué parte del personal seguiría siendo necesario y que parte no, a quiénes se podría despedir.-¿Cuál es tu tarea aquí? –preguntó el experto a un empleado.
-Ninguna –respondió este.

span >-¿Cuál Es su función aquí? –preguntó el experto a un ejecutivo.
-Ninguna –respondió el ejecutivo.
Feliz y triunfante, el experto se entrevistó con la dirección y dijo:
Les digo que hay muchos duplicados. Hay dos personas que no hacen nada. ¡Eso es demasiada repetición!
Un experto en rendimiento es un experto en rendimiento. Utiliza la lógica, ha sido formado para ello. Si dos personas hacen lo mismo, es que hay repetición, si dos personas no hacen nada, también hay repetición y puede prescindirse de una de ellas. La otra puede quedarse para no hacer nada.
Escucha a la mente en el mundo exterior, no la escuches en el interior; simplemente, apártala. No es necesario luchar con ella, porque si lo haces, puede llegar a influenciarte. Solo tienes que ponerla a un lado, y eso es la fe.
La fe no es una lucha con la mente. Si luchas, entonces el enemigo te impresiona, y recuerda, ni siquiera los amigos tienen el mismo impacto que los enemigos. Si luchas continuamente contra alguien, acabarás siendo influenciado por ellos, porque deberás utilizar las mismas técnicas para luchar contra ellos. Los enemigos acaban pareciéndose. Es muy difícil permanecer inalterable y desapegado del enemigo; el enemigo te influencia. Y quienes empiezan a luchar con la mente se convierten en grandes filósofos. Pueden hablar sobre anti-mente, pero toda su charla es mental. Pueden decir: “No hagas caso a la mente”, pero cualquier cosa que digan proviene de la mente, incluso su enemistad. Y así tienes que permanecer con tu enemigo. Y poco a poco los enemigos van ajustándose, y se convierten en lo mismo.


Osho

No hay comentarios:

Publicar un comentario