jueves, 5 de junio de 2008

Es puro deseo.

Una vez estaba viajando de Delhi a Srinagar. En mi compartimento con aire acondicionado sólo había dos sitios, uno de los cuales estaba reservado para mí. Llegó una pareja, una chica muy guapa y un chico, un hombre guapo. Los dos no cabían en ese pequeño asiento, así que él dejó a la chica ahí y se fue a otro compartimento, pero a cada parada venía y le traía dulces, frutas y flores.


Yo estaba contemplando toda la escena. Le pregunté a la mujer:


—¿Cuánto tiempo lleváis casados?

Ella me contestó:

—Debe de hacer ya siete años.

Le dije:

—¡No me mientas! Puede que engañes a otros, pero a mí no me engañas. No estáis casados.

Ella estaba asombrada. Yo era un desconocido que ni siquiera había hablado con ella..., que sólo había estado observando. Y dijo:

—¿Cómo lo has averiguado?

Le contesté:

—No tiene ningún misterio; es muy sencillo. Si fuera tu marido, una vez que se fue, si hubiera vuelto en la estación en la que os tenéis que bajar, serías afortunada!

Ella me contestó:

—Ni tú me conoces, ni yo te conozco, pero lo que dices es verdad. Es mi amante. Es el amigo de mi marido.

Entonces dije:

—Ahora todo concuerda...

¿Qué es lo que falla entre los maridos y sus esposas? No es amor, pero todo el mundo lo ha aceptado como si supiera lo que es el amor. Es puro deseo. Muy pronto os hartáis el uno del otro. La biología os ha engañado para la reproducción, y muy pronto ya no hay nada nuevo: la misma cara, la misma geografía, la misma topografía. ¿Cuántas veces la has explorado?

Todo el mundo está triste por culpa del matrimonio, pero la gente sigue sin saber la causa.

Osho-"Amor, Libertad y Soledad"

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