lunes, 12 de mayo de 2008

Ningún animal es tan violento como el hombre.

Los animales matan solo cuando tienen hambre, de lo contrario, no. El hombre es el único animal que disfruta matando sin razón, como si matar fuese de por sí una actividad gozosa.


Un día entraron en un restaurante un león y una liebre. El gerente se quedó perplejo; no daba crédito a sus ojos. Se hizo un gran silencio en el restaurante. Había allí mucha gente comiendo, hablando, cotilleando; todos quedaron completamente en silencio. ¿Qué estaba pasando? El gerente se acercó rápidamente a los nuevos clientes. De alguna manera, el gerente se las arregló para balbucir a la liebre.

—¿Qué desea el señor?

La liebre pidió café. El gerente preguntó:

—¿Y qué deseará su amigo?

La liebre se rió y dijo:

—¿Cree usted que si él tuviese hambre iba a estar yo aquí? No tiene hambre, ¡de lo contrario me habría comido como desayuno y yo no estaría aquí! Solo podemos estar juntos cuando no tiene hambre.

Un león no mata si no tiene hambre.

Solo el hombre mata sin ninguna razón en absoluto; por ideas estúpidas. Se puede entender; si alguien está hambriento, se puede entender. Pero no se puede entender Hiroshima y Nagasaki, destruir a cien mil personas en tres minutos, simplemente por la mera alegría de la destrucción.

Esto está sucediendo porque no hemos permitido que florezca la inteligencia del hombre. Y cuando ha sucedido en alguna sociedad que se ha dado un poco de libertad a la inteligencia, esa sociedad se ha vuelto más débil que otras sociedades.
Osho-" Inteligencia"

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